Tener la ilusión y la imaginación de los niños es algo
maravilloso.
Es esta noche, la noche de Reyes, cuando la ilusión se
desborda, dejemos que fluya a raudales y que inunde los corazones de los niños
y de los que ya no lo somos. Que los Reyes Magos permitan que la felicidad que
proporcionan con su llegada dure siempre y que, como los niños, también los
mayores vivamos con una ilusión tras
otra.
Quien es incapaz de emocionarse al ver en estas fiestas la
ilusión de los niños, tiene un verdadero problema, quien es capaz de privarles
de estas ilusiones aún lo tiene peor. Una infancia sin ilusión y fantasía hace
adultos tristes e inadaptados.
Aunque sea por una noche, que tu corazón sea el del niño que
fuiste.
Feliz noche de Reyes.